“Monsieur Máquina”

Bien podría llamarse a Julien Offray de La Mettrie uno de los primeros satanistas oficiales, cuyas explicaciones filosóficas convirtieron todo en lo contrario.
Con una conjunción de Sol/Mercurio/Marte en la cuadratura a Plutón/Urano, poseía una boca repugnante con la que pregonaba al mundo sus pensamientos pervertidos. Su lema era: “¡Contra la religión, contra la moral!
Philosophia/Achristou fuego Mercurio/Urano/Plutón en cuadratura T.

Julien Offray de La Mettrie Radix 12:00

Estos dos retratos son sus representaciones más conocidas. Sus polémicas y sus provocadoras burlas amorales no tenían límites, sino que eran su programa.

Dominio público de Wikimedia
Julien Offray de La Mettrie

Si volvemos a mirar a Prusia doscientos años después, no puedo pasar por alto el paralelismo histórico. Un Jan Böhmermann no es más sagrado que un Julien Offray de La Mettrie. También él ha sido cortejado y protegido por el gobierno alemán durante años, aunque en realidad uno debería avergonzarse de él. Se muestra sistemáticamente desagradecido con su antiguo patrón de acuerdo con su filosofía amoral, ¿o quizás no?

Mettrie como filósofo

Antes que Charles Darwin, Mettrie propagó una visión del mundo profundamente materialista en la que negaba la independencia de un alma. Era un epicúreo convencido que advertía firmemente contra los remordimientos superfluos. Para él, pensar era una función orgánica del cuerpo, ya que la espiritualidad era una función de la materia.
Incluso entonces, convirtió todos los principios morales sociales en lo contrario con un sarcasmo provocador (Philosophia/Achristou), al igual que Jan Böhmermann se burla de todo sentido común.
Sin embargo, como el propio Mettrie había estudiado medicina, no eran los políticos sino los médicos sus víctimas preferidas y objetos de provocación. Le llamaban “Monsieur Máquina” porque consideraba al ser humano como un aparato físico. Él mismo nunca ejerció la medicina, pero se dice que murió a causa de una sangría, aunque se rumoreó que fue envenenado a la edad de 41 años después de que se le pidiera que escribiera su legado filosófico un año antes.

Al parecer, la flagrante amoralidad y las provocaciones transfronterizas de Mettrie llegaron a ser demasiado incluso para el espíritu libre y tolerante de Federico II. ¿Será que el paté de hígado que supuestamente le produjo una obstrucción intestinal no fue, después de todo, la causa de su temprana desaparición, ni tampoco la sangría asociada que se dice que él mismo realizó, sino una socrática copa de cicuta?